Inauguran ludoteca “Luz de Vida” en Cáritas Puebla para el bienestar de adultos mayores
Con el objetivo de brindar un espacio de aprendizaje, convivencia y desarrollo emocional a personas adultas mayores, fue inaugurada la ludoteca “Luz de Vida” en las instalaciones de la casa de asistencia de Cáritas Puebla, ubicada en el Barrio de Santiago. Este nuevo espacio es fruto de la colaboración entre el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA), estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la BUAP y la propia organización Cáritas.
La iniciativa surgió a partir del compromiso social de Ixchel Citlali Morales Sandoval, estudiante de la BUAP, quien convocó a distintas instituciones para crear un lugar que favorezca el desarrollo integral de los adultos mayores. Gracias a su gestión, el IEEA donó libros y materiales educativos, mientras que Cáritas habilitó el espacio como una nueva plaza comunitaria dentro de la estrategia “Por Amor a Puebla”.
En representación del director general del IEEA, Andrés Morales Zayas, asistió Carmen Robles, directora de Finanzas del instituto, quien recordó que Cáritas, fundada en 1981 por Monseñor Rosendo Huesca, surgió para atender a quienes más lo necesitan. “Hoy apostamos por el corazón y por el alma, porque nuestros abuelitos merecen vivir con plenitud y dignidad”, expresó.
Durante el evento, Jesús Alejandro Rodríguez Calva, director de Cáritas Puebla, agradeció la iniciativa que, dijo, llega en el momento ideal, ya que complementa las labores de rehabilitación del centro. “Aquí creemos en nuevas oportunidades. Esta ludoteca representa el comienzo de una etapa llena de alegría para nuestros residentes”, afirmó.
Morales Sandoval, impulsora del proyecto, compartió que “Luz de Vida” busca más que entretener: su misión es brindar cariño, ejercitar la creatividad y reforzar vínculos humanos en una etapa crucial de la vida. “No es solo un proyecto estudiantil, es un acto de amor que debe perdurar”, concluyó.
La ludoteca también funcionará como punto de encuentro para actividades culturales, celebraciones y acciones comunitarias que fomenten la integración de las personas mayores. Esta experiencia demuestra que la empatía y la educación pueden cambiar vidas cuando se convierten en acciones concretas.
